Cómo casi cada semana
encontré un pretexto para caminar por las calles del caótico Centro Histórico;
en esta ocasión fui a las calles de
Uruguay y Venustiano Carranza en donde están las tiendas y los puestos
de manualidades para buscar algunas cosas para unas cosas que se me ocurrieron.
Desde antes de la
conquista, la zona alrededor de lo que es Palacio Nacional ha sido siempre una
zona tradicional de comercio, ahí estaba el mercado azteca y luego los puestos
comerciales durante la Colonia.
Hoy aún se dice que
en el centro de la Ciudad de México se puede encontrar cualquier cosa si sabes
buscar, y es cierto.
Me ha tocado ver desde
moldes para velas o jabones, pirógrafos, globos de todas las formas imaginables,
pinturas en más de cien tonos, piel curtida y sin surtir, hojas milimétricas
de oro, banderas antiguas, artículos de
belleza, pelucas de colores, juguetes de colección, ropa de todo tipo,
artículos de defensa personal, vestidos de novia.
En fin cualquier cosa
que te imagines seguro la encuentras ahí, pero hay que decir que para cada cosa
hay un lugar y esto se aplica perfecto para el centro. Hay lugares específicos
para buscar lo que quieras.
Por ejemplo el
mercado de Mixcalco, en la calle del mismo nombre, es ideal para buscar ropa
nueva bonita y barata. La calle de Mesones es para artículos de papelería y
escuelas, Donceles es donde están las librerías de viejo y ahí puedes encontrar
los más extraños y viejos o algunos libros que no sabías que podrían existir.
En realidad hay tanto
que ver y vivir que creo que cualquier capitalino que se precie de serlo debe
conocer el Centro Histórico de la Ciudad de México.
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