Ella era. by: @ginevravampire

Ayer sin remedio alguno me acordé más que siempre de mi abuela y me entró la nostalgia, la pinche nostalgia que no nos lleva a ningún lado más que al viaje con la vuelta de regreso a la realidad de las personas que se han ido, aunque los momentos los atesoremos.

Mi abuela era ruido en las mañanas y el tararear del medio día mientras preparaba comida para los hijos y nietos que tenían a bien visitarla.

Mi abuela era un arroz con leche inigualable, con el único mole capaz de hacerme babear de verdad y unos buñuelos que gracias al cielo a mi mamá le quedan igual.

Mi abuela era la sonrisa más dulce, era su mano sosteniendo la mía en una tarde de películas, podía ver mil veces la misma película de Cantinflas sin aburrirse, así como yo.

Mi abuela era la que mas me llenaba de abrazos, era la bendición que me llevaba  entre las cejas cada fin de semana después de verla.

Mi abuela era una mujer que a pesar de la adversidad vivió lo mejor que pudo, que amó a todos sus hijos y como si a las abuelas les sobrara amor para siempre, adoró a sus nietos y me enorgullezco de ser de las consentidas.

Mi abuela es los sueños de noches mágicas, es la estrella que ilumina donde mis pasos y es el ángel que me abraza cuando la soledad me acompaña.

Mi abuela es la sonrisa que me ilumina la cara por su recuerdo, es una rosa roja… en pleno invierno… así sin marchitarse vivirá siempre en el jardín de mi corazón.

Te extraño.

Twitter: @Gnevravampire