miércoles, 14 de marzo de 2012

La carta.



Los siglos vividos con un corazón aletargado, con el hielo en los Labios, y la mirada en el suelo.....


Como nos enseñaron, no hablamos no miramos.
Avanzando en un pie como animales heridos, impulsados por la fe.


Y como tales nos guiamos, impulsados por instintos, cobijándonos y escudándonos en nuestros muy amados compañeros.


Capital de lujoso brillo, sol que ciega a quien lo mira, lo que mueve al mundo en armonía.,


Si escarbas un poco veras mi dolor,
Entre ruinas de cemento y acero, vamos buscando la añorada perfección.


Avanzando hacia la luz utópica, perdemos la humanidad fruto de tus dones.


Algunos dicen que no existes, otros que estas muerto como saberlo.






Es por ello que te volví la espalda. A ti y a ruegos y suplicas inútiles.
Ahora soy una sombra vil, sumergida en sarcasmo sutil, soy el reflejo de la muerte en vida, de la perversión humana.
Eso dicen tus aliados y tus enviados.


Pero en realidad hay otras cosas, no estoy contra ti.....ni contigo.
Me gustan otras cosas del crudo mundo.


Así que dile a tus enviados, a tus devotos y apóstoles, a tus obispos y curas, al papa y a los cardenales:


Que yo no te conozco, que no estoy con el diablo.....


Que lo único que quiero.....dios, es ¡¡¡¡ser yo!!!!!!



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