lunes, 26 de marzo de 2012

A mí me gusta el Mole que Soledad me va a moler... ♫ by: @sweetragamuffin

Ayer domingo, comí enchiladas de mole. Mientras disfrutaba el sabor de ellas, me puse a pensar que uno es lo que come, y en este caso, comer mole es comer cultura.

Casi ningún platillo es tan complicado de preparar como lo es éste. Pero antes de complicarnos la vida con ingredientes y molenderas, mejor les voy a contar 3 historias de cómo pudo haber sido creado el mole. Estas historias no están certificadas por nadie, son las que yo conozco.

La Vengativa

Cuentan que en aquellos ayeres del siglo XVIII, una joven que llamaremos Ángeles, fue encerrada en un convento desde adolescente por inteligente, respondona y por no quererse casar con cierto Marqués rabo verde. Un día este Marqués fue a comer al convento de Ángeles y ella decidió vengarse envenenando su comida, algo muy común en esa época. Y al guiso del día, un caldo de guajolote, le agregó todos los ingredientes que pudo encontrar en la cocina. Ángeles pensó que alguno debía hacerle daño, si no es que todos juntos. Pero no. Sabemos que el mole no ha matado a nadie.

La Bendita

Cuentan de otra monja llamada Clara que nunca aprendió a cocinar. Para su mala suerte, el día que le tocó estar de cocinera, llegó un obispo a comer a su convento, y la Madre Superiora le encargó el mejor guiso que pudiera preparar. Clara estaba tan nerviosa en la cocina que sólo pudo orar por ayuda. Y la recibió. Un santo llamado San Juan Bailón, bajó a ayudarle. Pero el santo era tan inquieto y revoltoso que tiró todos los ingredientes sobre el caldo de guajolote que estaba preparando Clara. Y de toda esta mezcla de ingredientes, nació el mole.

La Cultural
Aguántense este choro o nunca vuelvan a comer pollo con mole, enchiladas con mole y derivados. Durante los siglos de la Colonia, el estilo cultural más de moda era el barroco. La arquitectura, la literatura y la poesía de la Nueva España eran cargadas. Súper adornado, muy rebuscado, en exceso elaborado... Y en ocasiones, demasiado confuso. Y cuenta la historia, que una monja llamada Rosa era una cocinera muy famosa y ella decidió en tiempos de la Independencia hacer un platillo rebuscado, complicado y muy cargado: el mole. 


Así que ya saben. Cada que se lleven a la boca este manjar mexicano, recuerden que seguro fue creado por una monja. Sin duda. Y es poblano. Eso también es seguro. Así que este platillo, tiene manos santas en su origen. ¿Será?

By: Marianna
@SweetRagamuffin

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón. El nombrecito me brincó cuando lo dijiste jajaja. Gracias :D

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