domingo, 25 de marzo de 2012

Tres Pasos by @ekebrand



Al dar el primer paso casi me doy de frente con un carnal de zapatería apestando a pegamento del amarillo que caminaba milagrosamente con una mano pegada a los edificios como para no caerse todavía; a lo mejor no encontraba aún el pedazo de banqueta que se viera lo suficientemente suave como para servirle de cama.
Lo seguí con la mirada hasta que se dio vuelta en una esquina y di mi segundo paso, sin llegar a ninguna parte, un grito, un aullido a mis espaldas me hizo voltear sin despegar los pies del suelo sólo para ver a una mujer llorando frente al cadáver del que supuse era su hijo, destrozado al lado de la banqueta mientras un conductor aceleraba su sangrante vehículo a un lado mío, anoté mentalmente las placas para dárselas a la mujer si la volvía a ver y así hacer mi buena obra del año.
El tercer paso, con la pierna izquierda, igual que el primero tampoco me alejó mucho del principio, el piso se deslizó bajo mis pies como gelatina y un sordo rumor brotó del concreto maltrecho mientras algo de polvo subía de las grietas recientes y ya no pude dar otro paso, aun cuando no había ya destino al que pudiera llegar.
Así son esos días que no se esperan pero nunca se olvidan.

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